Bien puesto en su estante, rellenito y con esos colores tan bonitos. Así te encuentras el envase con cacahuetes en tu establecimiento favorito. ¿Pero alguna vez os habéis preguntado de dónde vienen?
Por desgracia, el teletransporte no está todavía disponible. Desde que se recolecta hasta que llega a vuestras manos, los cacahuetes tienen que pasar por una serie de pasos. ¡Sigue bajando para descubrirlo!
La planta del cacachuete
Sí, esto pasa si buscamos un árbol frondoso donde apoyarse y que esté lleno de cacahuetes colgando. En realidad, la planta del cacahuete apenas llega a los 50 cm. Concretamente se llama Arachis hypogea, y el cacahuete es su semilla comestible1.
Esta planta pertenece a la familia de las leguminosas, como las lentejas y garbanzos, por lo que no es fruto seco sino una legumbre. Tiene flores de un bonito color amarillo, con vetas rojas. Curiosamente, cuando se marchita la flor, el tallo comienza a alargarse y crece hacia abajo, introduciéndose en el suelo. Las semillas van madurando bajo tierra, dentro de una cáscara leñosa, que es la cáscara del futuro cacahuete. De esta manera, se van desarrollando y creciendo los cacahuetes, bajo tierra. Y de ahí les viene su nombre, ya que en griego significa “subterráneo”1.
Esta planta es originaria del trópico Sudamericano, donde se le conoce como maní. Los españoles observaron su consumo en México-Tenochtitlan, la capital del imperio azteca, y posteriormente se distribuyó por Europa y el resto del mundo1.
Del campo a casa
La planta se cultiva en mayo, y se recolecta a finales de otoño. Se extrae toda la planta y se recolectan los frutos, como las patatas1.
Esta fase es de las más importantes, ya que se selecciona y se recolecta la materia prima de mejor calidad. Para ello se comienza con una limpieza y acondicionamiento de los cacahuetes, retirando hierbas o restos de tierra que hayan podido quedar y separando el fruto de la cáscara en el caso de que los cacahuetes sean sin cáscara. A continuación, se van seleccionado en función de su tamaño, peso, forma y/o color.
Además, se pueden someter a un proceso de cocción, por ejemplo, un horneado, que les da ese toque tan bueno.
Finalmente, deben empaquetarse. En Grefusa nos enorgullecemos de poder ofreceros la mejor calidad y frescura. Para ello garantizamos el mejor envasado posible que mantenga todas las cualidades de los cacahuetes. Además, a lo largo de toda la cadena de procesos se realizan controles de calidad, para garantizar que se cumple con la normativa vigente, y que todos los productos estén increíblemente buenos2.
Y además de estar tan buenos, los cacahuetes son ricos en nutrientes como vitamina B3, vitamina E, zinc y arginina, entre otros3.
Como podéis ver, hasta que llegan a vuestras manos los cacahuetes pasan por una serie de pasos. Pero ¿y lo buenos que están? ¡La espera merece la pena!