¿Con ganas de compartir tus sabrosos frutos secos con los más pequeños?
Los frutos secos se caracterizan por su increíble sabor y los beneficios que aportan sus nutrientes. Por su forma y dureza, es importante estar atentos cuando los niños los ingieren y también prestar atención si el niño presenta alergia a alguno de ellos.
La alimentación complementaria en un bebé abarca generalmente desde los 6 meses a los 18-24 meses de edad. Esta alimentación debe ser adecuada, suficiente y variada y cubrir las necesidades nutricionales del niño en crecimiento junto con la lactancia materna1. Para poder comenzar a ingerir alimentos, el organismo debe tener la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune2.
¿Cuándo puedo darle frutos secos a mi hijo/a?
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda empezar a incorporar los frutos secos a partir de los 3 años, con especial vigilancia de los padres por su riesgo a atragantamiento2.
El atragantamiento ocurre cuando un cuerpo extraño pudiendo ser un alimento, pasa a la vía respiratoria obstruyéndola e impidiendo el paso del aire, afectando la respiración3.
¿Qué pautas debo tener en cuenta?
Si el atragantamiento ocurre, el primer mecanismo de defensa del cuerpo es la tos, intentando expulsar el objeto de la vía respiratoria, pero si está no es efectiva es necesario aplicar maniobras de desobstrucción (golpes en la espalda, compresiones en tórax y abdomen dependiendo de la edad) o extracción manual del objeto si es fácil de ver y extraerlo3.
Es labor de los padres evitar dar a los niños menores de 4-5 años alimentos que puedan causar atragantamiento como son los frutos secos, y una vez que los decidan introducir en su dieta, enseñarles a masticar despacio y correctamente y estar siempre presentes cuando los consuman3.
Por otro lado, aparte del riesgo de atragantamiento, varios estudios indican que el 75% de las reacciones alérgicas en los niños se deben a alimentos como el huevo, leche, cacahuete y otros frutos secos4.
Ya sabes cuál es la edad apropiada para introducir los frutos secos en la alimentación de los más pequeños, así que cuando llegue el momento… ¡no esperes! Los frutos secos son una fuente extraordinaria de vitamina E, con efectos antioxidantes y además contienen fibra vegetal, que ayuda a regular el tránsito intestinal5.
¡Enséñale a los más pequeños cuándo y cómo pueden comerlos!