¿Lo sabes todo sobre el anacardo?
El anacardo es un fruto seco ampliamente utilizado, además de como snack, como ingrediente en preparaciones culinarias y en la industria.
Por todos son conocidas sus propiedades beneficiosas gracias a los nutrientes que contiene. Aportan gran cantidad de proteínas y oligoelementos, destacando el magnesio, el hierro, el potasio, el fósforo, la vitamina B1 (tiamina), la vitamina B2 (riboflavina), vitamina E y las grasas insaturadas1, 2.
Pero… ¿A que nunca habéis visto el anacardo entero, como hemos podido ver las nueces, las avellanas o las castañas en su versión cruda?
Los anacardos que vemos en las tiendas y que parecen estar crudos, realmente no lo están, ya que crudos contienen una sustancia no comestible que hay que eliminar antes de ponerlo a la venta para el consumo humano. Sin embargo, esa sustancia no comestible es aprovechable para otros fines industriales2.
¿Por qué no podemos comerlo crudo?
La semilla del anacardo se desarrolla dentro de una cáscara que contiene aceite fenólico, conocido como líquido de la cáscara de la nuez del anacardo. Consumirlo no es beneficioso para la salud, ya que no es comestible por contener cardol y ácido anacárdico2.
Este líquido de la cáscara del anacardo es una de las pocas resinas naturales altamente resistentes al calor y se utiliza con fines industriales como por ejemplo, en los sistemas de frenado o en la fabricación de pintura, lubricantes, cementos, medicinas o fungicidas, entre otras aplicaciones industriales2. Además contiene un compuesto conocido como anacardium, que se usa para tratar trastornos dermatológicos3.
¿Sabes cuál es el proceso de obtención del anacardo?
Es importante saber que la nuez del anacardo sin tratar, debe ser sometida a diferentes procesos en la industria para poder consumirse posteriormente2. El primero de ellos, tras la recolección, es someter la nuez a cocinado con vapor o tostado, para poder quitar la cáscara con seguridad2.
Veamos a continuación las distintas fases del proceso de obtención del anacardo2:
Todos estos procesos deben llevarse a cabo de manera óptima para asegurar las exigencias de calidad y evitar la contaminación de las nueces del anacardo2.
Lo cierto es que el anacardo es un fruto del que se puede aprovechar prácticamente todo2:
- El falso fruto del anacardo o “manzana del anacardo” que sostiene a la nuez: es comestible y contiene altos niveles de vitamina C. Se puede consumir como fruta fresca, en ensaladas de frutas o para elaborar zumos o mermeladas, por ejemplo.
- La nuez del anacardo: después de tostada se puede comer directamente como fruto seco o utilizarse como ingrediente en preparaciones culinarias, postres y en la industria alimentaria. Contiene ácidos grasos insaturados, especialmente el ácido oleico y linoleico.
- El líquido de la nuez del anacardo: contiene cardol y ácido anacárdico. No es comestible, pero ya hemos visto que tiene muchas utilidades industriales.
Como hemos podido comprobar, podemos consumir el anacardo con toda tranquilidad, ya que este fruto se produce bajo exigentes estándares internacionales de control de calidad y seguridad alimentaria junto con cuidadosas prácticas de manipulación y procesado2.
¡Así que ya sabes… Disfruta de este maravilloso fruto seco, de su agradable sabor y textura, de sus propiedades nutritivas y de todas sus utilidades gastronómicas!.